Las campanas de la Misericordia
El sábado 15 de noviembre de 2020, fin de semana dedicado a la Jornada Mundial de los Pobres que fue una iniciativa del Papa Francisco fruto del Año de la Misericordia, nos visitó el «prójimo«.
Unos minutos antes de comenzar la misa de 19 hs. se presentó un joven como salido de otro tiempo, aturdido y desorientado.
Como es propio en esta etapa, le ofrecimos un barbijo, alcohol para las manos, control de temperatura y pisar la alfombra sanitizante; su reacción fue de sorpresa en sorpresa ante todo lo que le presentábamos, como no entendiendo lo que pasaba.
Participó de la misa con mucho recogimiento, expresaba todas las respuestas y efectuaba las posturas correspondientes de la misa.
Terminada la celebración salimos a su encuentro y le preguntamos ¿Quién era, dónde vivía, cómo se sentía?
Como estaba asustado casi no hablaba y nos miraba con desconfianza. En el mano a mano vimos que su ropa estaba desgastada y hacía muchos días que no se cambiaba ni se bañaba.
Por impulso del Espíritu Santo le ofrecimos cambiarse de ropa y bañarse.
Junto a varios parroquianos buscamos la ropa para su talle, encendimos el termo tanque y adelante.
Cabe recordar que fruto del año de la Misericordia, en el año 2016 decidimos construir unas duchas, para estar más cerca de las necesidades y devolver la dignidad humana con un baño de agua y jabón. Estas se hicieron realidad y en noviembre del 2018 fueron inauguradas por nuestro Cardenal Padre Mario Poli.
Continuamos el relato, cuando salió el joven de la ducha, vestido y peinado, parecía otra persona. Y entrando más en confianza nos contó que en febrero vino a nuestro país a trabajar a un taller de costura, que no sabía dónde estaba específicamente, casi no comía y dormía, ignoraba la existencia de la pandemia, y en un descuido salió corriendo por las calles sin rumbo, hasta que escuchó las campanas de la parroquia y se encaminó hacia ese sonido.
Las campanas de la misericordia fueron para este joven la liberación y la dignidad, el llamado tierno de la Madre de la Misericordia
Luego nos comunicamos con los curas de la parroquia Ntra. Sra. del Carmen (Ciudad Oculta) y lo recibieron en el Hogar de Cristo donde continuó su camino de contención y de salvación. Pasado un tiempo regresó a su país con su familia.
Damos gracias a Dios, a la Madre de la Misericordia, a la presencia de los Hogares de Cristo en los barrios. También al aporte económico del “Gesto Solidario de Cuaresma 2018” diocesano y a la comunidad parroquial que acompañó con trabajo y donaciones la construcción de las duchas y los baños.
Pedimos en este tiempo de barbijos y aislamientos, en el que parecemos seres anónimos, muchas veces, la capacidad de estar atentos a los rostros de los Cristos Sufrientes, que necesiten escucha, compasión, sanación y liberación.
Parroquia Misericordia – Mataderos
www.misericorida.org.ar